
Cuidar a los clientes es algo básico en cualquier negocio, tanto si se trata de alguien que acude una única vez como si es un habitual. No solo es fundamental contar con un buen producto o servicio, también lo es el hecho de que, quien acuda al establecimiento, se sienta a gusto. Crear una relación de confianza entre persona y empresa es ideal no solo para que haya un buen ambiente, sino para que luego nos recomienden.
A pesar de que acudir a comprar a una tienda pueda ser un trámite rápido (aunque también depende del tipo de comercio) se pueden realizar varias acciones para crear un recuerdo positivo. Una de ellas, la cual es económica e ideal para dar a conocer el negocio, es el de hacer regalos a los clientes.
¿Por qué hacer detalles a los clientes?
El primer motivo ya lo hemos mencionado en la introducción: generar un recuerdo positivo. Esto ayudará a potenciar el impacto de comprar un buen producto o, por otro lado, de paliar los efectos de un cliente que pueda quedar insatisfecho.
Luego, tal y como afirman en Cipsia Psicólogos, un regalo es una muestra de afecto y de consideración, siendo una manera de estrechar un vínculo con otra persona. Por tanto, tenemos que estos obsequios son una manera de fidelizar. No se busca el dar un objeto de manera azarosa por “quedar bien” sino de generar esa relación, lo cual, traducido a un ámbito empresarial, se acabará traduciendo en mayores ventas.
Otra razón por la cual esta práctica es positiva es que el usuario se siente único. Evidentemente, para que esto sea así, no habrá que entregar los detalles de manera indiscriminada, habrá que transmitir que el regalo es algo limitado y exclusivo.
También, está el hecho de que los productos personalizados sirven para dar a conocer la tienda frente a terceros. Cuando estas personas lleven o usen los objetos con el logotipo impreso, terceros los verán, lo cual significará que estarán haciendo publicidad del negocio de manera indirecta. Una de las prácticas más comunes es la de entregar una bolsa personalizada (de papel o tela) y que sea reutilizable, sobre todo cuando se hace una compra de cierto tamaño.
Igualmente, otro punto a tener en cuenta es el de la curiosidad. Si entregamos un sencillo objeto (como puede ser un bolígrafo, un llavero, un mechero…) sin presentar la empresa esto puede generar el interés por indagar acerca de la misma. En el caso de las tiendas, se debería realizar esta acción fuera de la misma, en algún evento local que se realice en el municipio o haciendo propaganda como es el buzoneo.
En último lugar y factor que puede ser una preocupación para pequeños negocios, esta acción promocional es económica. No es necesario realizar un gran gasto, como puede ser el hacer un anuncio en una radio o en un periódico, sino que se puede ajustar mucho el presupuesto. Contar con bolsas, bolígrafos, mochilas de cuerdas, gorras e incluso botellas puede hacerse a un bajo coste. Con la visibilidad que aportarán estos objetos, sin duda, puede merecer la pena.
Tipos de obsequios económicos
Pero… ¿y qué regalos a clientes debería hacer? Como muchas tiendas son negocios locales nos centraremos, sobre todo, en aquellos productos baratos. Nuestras recomendaciones son:
- Bolsas: Tal y como hemos comentado previamente las bolsas son un objeto básico aunque puede que no se perciban como un detalle “único”. Pueden entregarse a los clientes recurrentes, a los que hagan una determinada compra o en una acción promocional que tenga una duración limitada. De esta manera se puede aportar esta sensación de singularidad. Se pueden optar tanto por modelos de tela como bolsas Kraft personalizadas, ambas son reutilizables, ligeras y prácticas.
- Mochilas de cuerdas: Las más económicas y muy populares entre un público juvenil. Se suelen utilizar en desplazamientos cortos en los que se necesiten pocos efectos personales. Además, tal y como ocurre con las bolsas, estas consiguen una gran visibilidad ya que se llevan por la calle o en el transporte público, por lo que el logotipo será visto por muchas personas.
- Artículos para playa: Un clásico para verano. Pelotas de playa, hinchables, chanclas e, incluso, toallas. Todos estos regalos a clientes pueden tener un precio económico y seguro que los utilizarán con frecuencia cuando suban las temperaturas. Sin embargo, aunque puedan dar mucha visibilidad, sería ideal que la tienda estuviese en un municipio que contase con playa o piscina ya que, de lo contrario, no sería efectivo que los objetos fuesen vistos por personas que jamás acudirán al establecimiento por estar demasiado lejos.
- Botellas: Hay varios modelos en plástico (sin BPA y reutilizables) que pueden ser perfectos y destacan por su variedad. Hay bidones que pueden ser para deportistas ya que cuentan con boquilla, otros plegables para aquellos que vayan con sus mascotas, otros convencionales para llevar de excursión… Las posibilidades son muy variadas.
- Gafas de sol y gorras: Otro imprescindible de verano a buen precio. Tanto las gafas como las gorras se llevan con asiduidad e, incluso, pueden llevarse cuando los termómetros no estén al rojo. Al fin y al cabo, servirán para que no afecte tanto una luz del sol intensa.
Productos antiestrés: Un detalle muy típico que hará que nos recuerden en momentos muy puntuales. Hay muchos diseños disponibles, no solo la clásica pelota monocolor, por lo que se puede elegir un diseño que sea original y que sorprenda.