
La planificación financiera es algo que muchos de nosotros tenemos como asignatura pendiente.
La planificación financiera nos puede ayudar a diseñar nuestro futuro económico de manera que no estemos continuamente luchando por llegar a fin de mes. Además, nos permite ahorrar e invertir el dinero que separemos para ello para que esos ahorros generen un interés compuesto que a la larga haga crecer nuestro patrimonio.
La planificación financiera nos permite tener una imágen a largo plazo de cuáles van a ser nuestros ingresos y nuestros gastos para ver si somos capaces de alcanzar nuestros objetivos económicos y además prevenir cualquier bache que pueda surgir por el camino. Puedes encontrar ayuda externa con la consultoría financiera profesional.
¿Cómo realizar una planificación financiera?
Cada caso es diferente, pero sí hay unos pasos que se suelen dar en cualquier proceso de planificación de una familia o una persona sola.
Objetivos
Lo primero que tienes que establecer son unos objetivos en función del estilo de vida que quieres tener a medio y largo plazo. Esto puede ser el patrimonio con el que quieres contar cuando te jubiles, o el dinero que vas a necesitar dentro de 15 años para ayudar a tus hijos en sus estudios.
Para esto es muy útil hacer un cálculo de los gastos que has tenido en el último año y plantearte qué tipos de gastos son realmente necesarios para ese estilo de vida ideal. A nivel personal esto puede ser muy interesante porque puedes darte cuenta de que gastas demasiado dinero en algo que no es fundamental para el estilo de vida que quieres tener en el futuro. Por ejemplo, si gastas dinero en hábitos de salud limitantes como tabaco o alcohol.
Presupuesto
El siguiente paso, sabiendo cuáles son tus objetivos y cómo quieres abordarlos, es determinar conocer cuánto dinero necesitas anual o mensualmente para diferentes tipos de gastos.
– Hipoteca
– Facturas
– Comida
– Seguros (hogar, auto, etc.)
– Ocio y restaurantes
– Hobbies
– Vacaciones
– Gastos de transporte, etc.
Es importante tener una disciplina para ir contando mes a mes tus gastos. Hay aplicaciones que te pueden ayudar a llevar este control.
Un consejo: actualizar el presupuesto a final de mes con el balance real en las cuentas. Eso te permitirá ir ajustando el presupuesto y tener cada vez más control sobre tus finanzas.
Fondo de emergencia y seguros
Es importante establecer un fondo de emergencia que te permita disponer de suficiente dinero para mantener tu estilo de vida durante al menos 6 meses sin tener ingresos. Esto te será fácil de calcularlo una vez hayas realizado un presupuesto. Sabemos que las situaciones pueden cambiar de un día para otro y este fondo de emergencia te permite mantener tu rutina en el caso de que te quedes sin una fuente de ingresos.
De igual manera, un seguro de vida te protege en caso de muerte o invalidez de un familiar, ofreciéndote una prestación económica en su ausencia. Dependiendo de tu situación, esto puede ser muy útil y darte la seguridad de que tu familia no se va a quedar desamparada.
Ahorro e inversión
Una vez establecido y conseguido el fondo de emergencia, el siguiente paso sería invertir todo el ahorro que se va consiguiendo de tu excedente de ingresos. El presupuesto te puede permitir saber cuánto vas ahorrando cada mes.
Este ahorro debe ser invertido de manera inteligente. Esto es lo que a largo plazo (10 años y más adelante) va a hacer que tu patrimonio crezca.
Para que veas un ejemplo, si el mes siguiente comienzas a ahorrar 200 euros al mes, y mantienes este hábito durante 20 años, con un interés del 7% anual, dentro de 20 años tus 200 euros se habrán convertido en 95.421 euros.
Es muy importante realizar una planificación financiera inteligente. Los consultores de OVB te ayudan a llevar a cabo esta planificación, gratis y sin compromiso.